
En este post queremos explicarte qué es un Club Social de Cannabis, CSC’s o Asociación de Consumidores de Cannabis para que tengas un conocimiento profundo de este tipo de organizaciones. Repasaremos sus inicios, qué hacen, diferencias entre Coffee Shops y los Cannabis Social Club de España, los requisitos si quieres formar parte de alguno y el impacto que tienen en la economía.
Un Club Social de Cannabis o Asociación de Consumidores de Cannabis es un tipo de organización no gubernamental concebida para la producción y distribución de cannabis y sus derivados. Los CSC no están únicamente limitados al uso terapéutico sino también al uso recreativo de la planta.
El concepto de Club Social de Cannabis es utilizado por la organización no gubernamental Coalición Europea para una Política de Drogas justa y eficaz (ENCOD) para referirse a una propuesta alternativa a la situación legal actual que regule la producción, posesión, distribución y consumo del cannabis.
Esta propuesta se encuentra englobada en otra de mayor ámbito que sugiere la regulación de las drogas como manera sensible y eficaz de disminución de daños y problemas relacionados con éstas, reducir el crimen organizado y liberar dinero público para programas de salud, educación y desarrollo social.
El movimiento cannábico nació en en España en 1991 a través de la asociación ARSEC de Barcelona. Sus objetivos eran:
Muchos años de reivindicaciones de derechos y libertades por parte de ARSEC y otros partidarios a la despenalización y regulación de la planta tuvieron su fruto en el nacimiento en 2001 del Club de Catadores de Cannabis de Barcelona (CCCB).
El principal objetivo de los Clubes Sociales de Cannabis es organizar el cultivo profesional compartido de los socios y ofrecer un espacio privado, seguro y legal para el consumo de la planta. A la vez:
Estos espacios se han convertido en un referente tanto social como cultural en ciudades como Barcelona. Son un punto de unión de la comunidad cannábica para integrarse, comunicarse y compartir experiencias. Algunas de sus funciones que desempeñan son:
Debes saber que no es posible registrarse de forma telemática ni tocar a la puerta para hacerte socio. Así que atento con los clubes que lanzan invitaciones por doquier, ya que esto es claramente ilegal.
Los requisitos son generales y rigen en todas las asociaciones. No obtante, cada asociación puede tener normativas particulares para su buen funcionamiento. Es necesario informarse y cumplir con todas ellas.
El incumplimiento de dichas normas significa la expulsión del socio de forma inminente.
Actualmente, hay Clubes Sociales de Cannabis activos en España y Bélgica. Un ejemplo es la asociación “Trekt Uw Plant” (“Haz tu planta”) que ha sido creada por consumidores de cannabis en Amberes y está comenzando su primera plantación colectiva. Se han propuesto algunas iniciativas con un modelo similar en varios países.
Todo depende de la legislación y la práctica política ya que los CSC pueden crearse bajo distintas formas. En los países o las regiones más progresistas, estos círculos privados de usuarios podrán también ofrecer a sus miembros un espacio abierto al consumo de cannabis a cambio de una separación de los mercados de los estupefacientes y de un alto nivel de prevención y asistencia para los usuarios problemáticos.
Hemos de resaltar que la ciudad de Barcelona es la que suma más clubes cannábicos en el mundo entero. No hay que confundir los Clubes Cannábicos con los Coffee Shops de Amsterdam.
La principal diferencia entre los dos sistemas es que un Club Social de Cannabis se basa en una organización sin ánimo de lucro y es solo accesible para miembros registrados. En cambio, los Coffee Shops de Ámsterdam venden cannabis abiertamente al público.
En Estados Unidos el sistema es muy diferente y, a pesar de que ofrecen los mejores dispensarios y a los budtenders más especializados, no ofrecen espacios para el consumo ni el esparcimiento.
Esto está cambiando en estados como California, sin embargo, no son asequibles aún para todos los bolsillos.
Esperemos que este modelo sea exportado con todos sus beneficios, que son muchos, a otros países y que los consumidores de cannabis, marijuana o weed, como es nombrada, pueda ser disfrutada en un entorno sano y seguro como podemos hacerlo en España.
La importancia de este sector, social y económica, queda patente en el informe realizado el pasado año por la Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas (Confac) sobre la fiscalidad de las asociaciones de consumidores.
Según este estudio, en España hay en torno a 1.500 entidades en las que trabajan un total de unas 7.500 personas, con una media de entre 300 y 400 socios cada una.
Esos clubes podrían generar, a juicio de esta organización, al menos 218,8 millones de euros en pago anual de impuestos directos e indirectos y tasas a las diferentes administraciones, si su actividad estuviera plenamente regulada.
De esas 1.500 asociaciones, más de la mitad, unas 800, se encuentran en Catalunya y el 80% se ubica en los municipios del área metropolitana de Barcelona.
El portavoz de la Federación Catalana Catfac integrada en la Confac, Eric Asensio, resalta este dato y el hecho de que, tras la aprobación del Plan Especial Urbanístico de la capital, otros muchos ayuntamientos de la comunidad pusieron en marcha normativas similares para regular el funcionamiento de los clubes de cannabis en sus términos municipales.
En Catalunya, y en específico Barcelona, ha aumentado de forma exponencial el número de Clubes Cannábicos en los últimos 5 años.
El cálculo más reciente emite el resultado de unas 400 asociaciones cannábicas las cuáles agrupan a 165.000 personas *Datos proporcionados por la Federación de Asociaciones Cannábicas Autorreguladas de Cataluña (Fedcac).
La ciudad de Barcelona está llena de puntos cannábicos en el mapa; pero, sin duda, los distritos de Ciutat Vella y el Eixample resaltan por los numerosos locales que contienen. A estos les siguen: Sant Martí, Sants Montjuic, Sant Andreu, Gràcia, Les Corts y Sarría.
Algo que nos fascina de la cultura de los Clubes Cannábicos es que han sabido crear diferencias entre unos y otros. No se parecen entre sí. Todos ellos están centrados en el bienestar y satisfacción de sus socios
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Emiten un estilo propio a través de detalles como la decoración, los diversos tipos de espacios dedicados a sus socios para el ocio, las actividades culturales que ofrecen y por supuesto sus dispensarios, en donde la atención del bartender lo es todo.
Muchos han comparado el ambiente y Lifestyle de Barcelona al de California y sus playas, como la famosa Venice Beach. Sin embargo, les falta lo que nosotros podemos disfrutar en los Clubes Sociales Cannábicos. Sin olvidar que ha sido gracias al esfuerzo de activistas, investigadores y organizaciones que han luchado por años y de una forma muy ardua, para que esto exista y derribe de una vez por todas las limitaciones para regular este modelo de forma transparente y sensata.
Nuestra razón de ser como CSC GREEN GOURMET son los Clubes Sociales Cannábicos y nos sentimos sumamente afortunados por ser parte de esta comunidad cannábica, ayudándolos a optimizar sus recursos para conseguir un crecimiento sostenido de su comunidad de una forma saludable y segura.